Mercado de biológicos en Argentina: ¿qué detiene su expansión?
A pesar del crecimiento en el uso de biológicos en Latam, Argentina viene evidenciando resistencias y un crecimiento de mercado muy moderado. Actualmente el mercado en Argentina apenas supera los 124 millones de de U$D, un número similar el mercado de las silobolsas. Ante este panorama muchas empresas comienzan a mostrar cautela en sus inversiones relacionadas con la promoción de tecnologías biológicas y en algunos casos presentando fusiones y divisiones de negocios que manifiestan una búsqueda de rentabilidad que aún no está clara.
Como todo mercado emergente siempre aparecen resistencias y en las últimas encuestas, realizadas en la muestra EnBio, se refleja claramente que algunos sectores se muestran muy conservadores a la hora de probar biológicos y tecnologías afines, y que la información que llega es en muchos casos contradictoria. La cadena comercial, los ruralistas de determinadas provincias, los errores de muchas empresas a la hora de capacitar a su equipo comercial (como la marca la Encuesta de la Universidad Austral de Rosario en 2025), la falta de estrategias de las empresas y las cámaras para trabajar más cerca de los influenciadores, y hasta la recomendación de muchos asesores han planteado dudas en el productor a partir de mensajes contradictorios sobre todo en cómo evaluar los beneficios del uso de biológicos en los números. La contrapartida de esta situación es que en Argentina todos coinciden en que existen rindes estancados, crecientes problemas de resistencia y un gran problema de compactación y degradación de suelos. Paradójicamente todos problemas agronómicos que no se solucionan usando más productos de síntesis química sino cambiando el manejo.
Si bien es cierto que el potencial de los biológicos en Argentina, en cultivos extensivos, es muy alto, después de cuatro años aún se mantiene en estado de "potencial". También es cierto que en el vasto territorio agrícola argentino esas resistencias (comerciales y hasta culturales) cambian. Mientras que en algunas provincias muchas organizaciones se muestran “conservadoras” en otras existen Asociaciones de agrónomos mucho más abiertos a probar nuevas formas de manejo de cultivo y de suelo, más allá de la compra de un determinado equipo.
“La culpa es de las retenciones”:
Otro de los factores que influyen en que el mercado de biológicos no despegue es la carga cultural del productor al pensar un planteo desde la mirada del ahorro y no desde la mirada de la expansión.
El profesor Sergio Abud (EMBRAPA, Brasil) disertante en el último Congreso de Biológicos realizado por CASAFE en Rosario disparó: “En Brasil no es difícil lograr 9000 kilos de soja. El productor debe entender que hay que pensarlo al revés. Se parte mentalmente buscando esos 9000 kilos y se debe evitar los factores que reducen esa productividad potencial", disparó.
Mirá la nota en video: https://youtu.be/xEJeB-tm-3I?si=n34kupyDK8ZjrsPN
Sin embargo, en Argentina la mirada es de ahorrar, de bajar “gasto” desde la siembra, de producir con menos insumos o insumos más baratos, rezando que llueva y esperando que mejoren los precios internacionales. Y por supuesto recargando toda la culpa en la presión que generan las retenciones, “única responsable de limitar la expansión”. Cabe aclarar que con el 70% de los campos productivos alquilados en el país, esa visión de ahorro agrícola se intensifica. Y la metodología de alquiler de campos en muchos casos no rentables “(o cambiando la plata como sostienen algunos productores”) no es culpa de las retenciones.
Llegado el 2026 estas variables de ahorro productivo comienzan a resquebrajarse con los problemas agronómicos ya mencionados como los rindes estancados y los problemas de compactación de suelo que parecen invitar a buscar nuevas soluciones.
Sin ir más lejos los problemas de estrés abiótico que reduce más del 50% los potenciales de rinde es uno de los caminos para que el productor evalúe el uso de bioinsumos, pero falta abrir la mirada agronómica. Cómo sostiene el Ing. Agr. y Consultor Wenceslao Tejerina cuando se refiere a sus charlas sobre estrés abiótico y uso de biológicos: “Vengo a hablarle al productor de un problema a que no sabe que tiene”.
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