Bioinsumos elaborados con algas del atlántico argentino

Nelson Ávila, es el titular de la firma Fertlag dedicada a la fabricación de bioinsumos para agricultura a través de biotecnología. Utilizan, como materia prima para todos sus productos, las algas marinas del atlántico argentino.

“Estamos desde el año 2009 trabajando en el sector agropecuario y tenemos  el laboratorio en Caleta Olivia, en la provincia de Santa Cruz, centros de distribución en la provincia de Buenos Aires y distribuidores zonales para cubrir Córdoba, La Pampa, Provincia de Buenos Aires, Entre Ríos y Chaco. Incluso estamos ingresando a la producción de Paraguay y de Uruguay” sostiene.

Cómo extraen las algas y por qué son residuos: 

“Para la elaboración de los bioinsumos usamos cinco variedades de algas  las cuales ¿extraemos del mar que está en el frente del costero marítimo, desde Caleta Olivia hasta el sur argentino. Con esas cinco variedades de algas  elaboramos cuatro productos diferentes. La variación de un producto con otro radica en el porcentaje de cantidad de algas que integran las diferentes fórmulas. Es importante aclarar que no hacemos cosecha de algas sino que obtenemos las algas por arribazón, que es cuando el mar las despide. A los 21 días de la marejada, y durante cinco días posteriores de esa marejada, el mar despide algas y nosotros hacemos la recolección. Por eso se llama biotecnología, porque es la transformación de un residuo en un producto para un fin determinado. Las algas son residuos, una vez que el mar las despide, porque no forman parte de ninguna pirámide alimenticia. No es alimento ni de peces, ni de pájaros, y pasa a ser un residuo”.

“Con ese material recolectado formamos en un extracto a través de un proceso biotecnológico y a través de una fase de la nanotecnología lo reducimos hasta que generamos un extracto que se utiliza en las fórmulas que tenemos y estamos desarrollando. Este tipo de algas viven en una zona sumamente hostil porque las que nosotros utilizamos están arraigadas al fondo del mar, entonces tiene una particularidad muy potente en lo que es la producción de fotosíntesis, la producción de células nuevas, todo lo que son alginatos, vitaminas y carbohidratos. Y en Fertag hacemos formulaciones compuestas que integran estas algas con una línea de macro y de micronutrientes entre ellos: nitrógeno, fósforo, potasio, zinc, boro, azufre, molideno, carbohidratos, aminoácidos, vitamina B y vitamina C. Todo integrado en una fórmula equilibrada pata aplicar a la planta.

Bioinsumos con algas del atlántico:

Actualmente la empresa comercializa un Biocoadyuvante, un Bioactivador de crecimiento y Biofertilizantes con aditivo general.

“El activador de crecimiento se puede aplicar de dos maneras, o a la semilla o por chorrillo en el momento de la siembra. Nuestro  Biofertilizante de formulación compuesta  se aplica cuando la planta ya está medianamente desarrollada o cuando tiene cobertura full. Y después tenemos un Biocoadyuvante con un aditivo vegetal con altas propiedades de antideriva o antivaporante. Son productos “todo en uno” elaborados con alginatos,  cuya característica principal, es que la gota que toca la planta con el producto que transporte, ya sea insecticida, fungicida, cualquier tipo de producto, queda en la hoja. El mecanismo es natural, con el sol del día se deshidrata, no se seca y con la humedad de la noche se vuelve a hidratar, a diferencia de los coadyuvantes sintéticos. Bien. Este ciclo de hidratarse y deshidratarse se hace hasta que el producto se biodegrada. Entonces, cuando uno aplica productos de poder residual, como glifosato, como la cipermetrina o el 2, 4-D, lo que hace es potenciar el rendimiento de este tipo de productos. Cuando los alginatos tocan la hoja automáticamente quedan pegados y eso le da una potencia a los productos aplicables que es superior a cualquier otro producto del mercado” afirma.

¿Algas en qué cultivos?

Estas tecnologías pueden ser utilizadas en todo tipo de cultivos porque su fórmula compuesta se aplica a cualquier tipo de sistema vegetativo, no hay contraindicación con algún producto. “Nosotros trabajamos siempre una dosis normal, tenemos una relación costo-beneficio muy buena para el productor. Al trabajar con productos con extractos, con concentrados, la dosis de aplicación al por hectárea es muy baja,  y al trabajar con productos orgánicos, lo que nosotros tenemos es que se pueda aplicar con cualquier tratamiento fitosanitario. Un productor agropecuario  no necesita tener ni un equipo especial para aplicarlo, ni hacer laboreos extra, ni tener gente para hacer aplicación.  Con el trigo, por ejemplo, se incorporan en el mismo caldo y se pueden aplicar en cualquier momento del ciclo, no dependen de un agente externo. A diferencia de otro tipo de fertilizante que necesitas de la lluvia para incorporación, estos automáticamente tocan la planta y por la savia van todas las vitaminas y todos los aminoácidos”, agrega.

Algas para recuperación de suelos:

“Durante los últimos 6, 7 años, estamos recabando información valiosa sobre los efectos de estas algas en la recuperación de los suelos degradados. En rindes tenemos un incremento medido y que va entre un 15 y un 20% más de rinde por hectárea, con la relación costo-beneficio muy provechoso ya que para pagar este fertilizante se necesita solo 150 kilos. Y desde lo ambiental existe el gran beneficio del recupero de suelos. Por ejemplo, en zonas de la provincia de Buenos Aires donde se cultiva cebada existe un problema muy importante que es la  Rhizoctonia cuyas cepas están en el suelo. Hay un solo producto que combate esta enfermedad que es el bromuro de metileno (que hoy está prohibido en su forma de síntesis química). La única especie que produce de forma natural el bromuro de metilo son las algas. Y en los cultivos de cebada que hemos estado aplicando hace 3 o 4 años, se redujo la presión de  Rhizoctonia casi en un 30 o un 40%.

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