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Bioinsumos SEPTIEMBRE - 2020 6057

Inoculantes biológicos con cepas combinadas por ambiente y Biofertilizantes.

Inoculantes biológicos con cepas combinadas por ambiente y Biofertilizantes.

Desde hace décadas los Bio insumos como inoculantes fueron una especialidad de la firma Palaversich y Cía., ligada una familia de Pergamino. Desde 1999 dicha empresa completó su incorporación al Grupo Barenbrug y así nació Barenbrug Palaversich (hoy Barenbrug Argentina) que continúa con la producción de sus líneas de productos biológicos. 

Según explica Lucrecia Pobliti., Licenciada en Ciencias Biológicas e integrante del Área Producción de productos Biológicos de la empresa, la línea de Bio insumos  se divide en inoculantes y biofertilizantes, todos elaborados con bacterias.


“El uso de inoculantes biológicos tiene alto impacto sobre la rentabilidad del cultivo. El objetivo de la inoculación es lograr una nodulación eficiente. Los inoculantes están realizados con bacterias amnióticas. Los productos para soja contienen bacterias que tienen la capacidad de comunicarse con el cultivo cuando la raíz se está formando, generando que la planta desarrolle nódulos que permitan recibir la fuente de carbono de la planta y que además puedan fijar nitrógeno. 

¿ Porque es tan importante la fijación de nitrógeno?: Las leguminosas en general requieren mucho de este nutriente, y en caso de no disponerlo lo tienen que tomar del suelo. El 78% del aire que respiramos es nitrógeno, pero las plantas no lo pueden incorporar sino a través de esas bacterias (rizobios) que lo transforman en disponible para las plantas. Y como las leguminosas necesitan mucho nitrógeno para formar las proteínas del grano, cuanto más nitrógeno tiene el cultivo de soja más rendimiento va a tener en el peso y en la calidad de los granos. Los nódulos formados sobre la raíz primaria fijan diez veces más nitrógeno que los formados en raíces secundarias o terciarias” afirma.

Las bacterias que interactúan con soja no son las mismas que interactúan con garbanzos o con maní. Todos son diferentes grupos de bacterias. Para garbanzos se utiliza Mesorhizobium ciceri sp., para R. arachis sp., y para poroto R. phaseoli sp

Cepas adaptadas a diferentes ambientes:

“En los últimos años lanzamos una combinación de cepas adaptadas a diferentes ambientes. Estas combinaciones incluyen especificidad por ambiente. Si hay diferentes variedades de soja según la zona geográfica, lo mismo pasa con las bacterias que se adaptan a esos ambientes. Esta línea se denomina Barmax, y son inoculantes desarrollados específicamente para cada zona del país, con cepas de rizobios aislados por ambiente, según su mayor capacidad para fijar nitrógeno.

Biofertilizantes: 

Además Barenbrug tiene la línea de bio fertilizantes para soja y otros cultivos. Las líneas de Biofertilizantes surgieron para maíz sorgo y girasol, más tarde cereales, e incluso en especies forrajeras. 

Tienen el nombre comercial de Biopower y combinan cepas seleccionadas de microorganismos con efecto promotor de crecimiento (PGPR + Azospirillum brasilense y Pseudomonas fluorescens). Estos efectos aditivos resultan en un mayor número y peso de granos, de mejor calidad.

Las bacterias que los componen, no hace falta que interactúen con la planta, sino que al estar en la semilla cercanas a la raíz ya ejercen su función. Liberan sustancias al medio.  Uno las puede aplicar con los inoculante o las puede aplicar solas como es el caso de otros cultivos que no llevan inoculantes.  

Cada bacteria tiene sus características y sus ventajas, Pseudomonas por ejemplo, dependiendo de la cepa, tienen un efecto fungicida y colabora con la solubilidad del fósforo. El fósforo que muchas veces está insoluble en el suelo, esta bacteria ayuda a solubilizarlo. Estas bacterias quedan en el suelo y tiene efectos en todo el ciclo del cultivo y en los rendimientos” concluye.



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