La diferencia no está en el dron, sino en cómo se lo configura
En un ensayo realizado en Ayres del Sur, con la participación de Tekron, Drones VIP, GeoAgris, Grupo APC y la Federación Argentina de Cámaras Agroaéreas (FeArCA), se evaluó cómo varía la productividad de un dron cuando su configuración deja de ser “la habitual” y pasa a estar guiada por criterio técnico. El trabajo se enmarcó en el Proyecto de la Fundación BENET y aplicó la metodología del Programa APC.
Más allá de los resultados operativos, el ensayo volvió a demostrar que, aun frente a tecnologías cada vez más avanzadas, el conocimiento acumulado por la aviación agrícola sigue definiendo la calidad, la eficiencia y la seguridad de las aplicaciones aéreas.
Lo que ocurrió en el campo
El día del ensayo presentó una condición poco favorable para cualquier equipo: viento prácticamente nulo. Aun así, la correcta calibración de los atomizadores y el manejo preciso del tamaño de gota permitieron sostener un ancho operativo real de 20 metros, con muy buena cobertura y sin necesidad de apoyo del viento.
La estación meteorológica de GeoAgris aportó los datos que corroboraron la trazabilidad y consistencia del resultado, un punto clave para validar cualquier aplicación aérea.
Los números comparados
La diferencia entre una configuración común y una optimizada fue contundente. Con el ajuste técnico adecuado, el dron pasó de cubrir 4,2 hectáreas por batería con 9 metros de ancho y 10 litros por hectárea, a alcanzar 11,6 hectáreas por batería con 20 metros reales de ancho y un consumo de solo 5 litros por hectárea.
El incremento total en productividad fue del 178 por ciento: casi el triple de superficie tratada con la mitad del volumen aplicado.
El salto no lo dio el dron
El salto no lo dio el dron. Lo dio la configuración, el proceso y la forma de medir. El criterio aeronáutico, basado en décadas de experiencia en patrones de aplicación, dinámica de gotas y eficiencia operativa, sigue siendo la base más sólida para cualquier sistema de aplicación aérea, incluso frente a tecnologías emergentes.
Estos resultados reflejan la importancia de avanzar hacia una agricultura basada en procesos medibles, criterios técnicos y articulación institucional, pilares del Proyecto de la Fundación BENET, del Programa APC y del trabajo conjunto con FeArCA, orientado a profesionalizar y estandarizar la calidad de aplicación en todo el sistema productivo.
Acerca de la Fundación Benet
La Fundación Benet nace del espíritu de colaboración entre distintos actores del agro, con la misión de integrar innovación, conocimiento y sustentabilidad en los procesos productivos. Su propósito es fortalecer una agricultura más responsable, eficiente y colaborativa, generando soluciones colectivas para los desafíos actuales y futuros del sector.
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