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Enbio 2026: "Todo estrés abiótico se traduce en estrés hídrico"

 Enbio 2026: "Todo estrés abiótico se traduce en estrés hídrico"

Por Dr Prometeo Sanchez García, disertante de EnBio 2026:

El estrés abiótico es el causante del 65% de las pérdidas mundiales de alimentos (Tariq and Khalid, 2022), estrés que es provocado por factores ambientales que alteran los procesos fisiológicos y metabólicos de las plantas. 

“Al estrés abiótico, que está provocando tantas dificultades a nivel mundial, lo separo en dos tipos. Uno es el estrés radicular (o edáfico) y el otro el estrés climático. El estrés radicular lo hemos venido trabajado por muchos años en base al manejo del pH, la salinidad, la compactación, la nutrición, los metales pesados, el riego. Pero en la actualidad también debemos trabajar para manejar el estrés climático”, advierte Sánchez. 

El estrés climático es inducido por frío o calor extremo, humedad relativa muy alta o baja, radiación muy alta, velocidad del viento excesiva, etc. Particularmente, la radiación ultravioleta tipo B (UVB) es un gran problema en Sudamérica, ya que puede llevar a una planta, incluso, a cambiar de color para mitigar el exceso de radiación. “En un desierto de Estados Unidos o de México lo único que sentiré es calor, porque la radiación UVB es más baja que en Chile o Perú, por ejemplo. El problema es que el hemisferio sur tiene 27 millones de kilómetros cuadrados de agujero en la capa de ozono sobre la Antártida. Es así que Perú, Chile, Bolivia, Argentina y el sur de Brasil presentan niveles de intensidad muy alta de UV-B. Cuando en México estamos con índices de 11 o 12, ya sentimos que nos quemamos, pero en Perú o Chi le es muy común alcanzar 16 o18. Si no lo perciben es porque siempre van protegidos con bloqueador”, señala el experto para graficar lo que considera una gran fuente de estrés. 

Un mecanismo de defensa importante contra la radiación UV-B es el aumento de la producción de flavonoides y otros compuestos fenólicos en las capas epidérmicas de las plantas, lo que les proporciona protección solar para absorber los rayos UV. Sin embargo, en las condiciones de gran parte del hemisferio sur algunas plantas no soportan o no alcanzan a procesar toda esa energía, por lo que terminan dañadas, con lesiones tipo quemadura. Pero, además, la radiación UV-B cambia los patrones de nutricionales de las plantas cultivadas. “Cuando el año pasado revisamos análisis foliares de viñedos, paltos y arándanos en Perú, encontramos que todos presentaban deficiencia de magnesio y manganeso. En la literatura vemos que las plantas sometidas a radiación UV-B demandan más dichos elementos. También se absorbe menos calcio, nutriente que se mueve por flujo de masas”, precisa Sánchez. 

Sin embargo, a nivel fisiológico, todo tipo de estrés abiótico se traduce en estrés hídrico, advierte el experto. “Lo podemos llamar estrés oxidativo, estrés iónico, estrés osmótico, pero todo estrés abiótico se traduce, en última instancia, en estrés hídrico. 

Todas las variedades nuevas debieran ser tolerantes a estrés hídrico, porque incluso regando y con el suelo a capacidad campo, sin problemas de sales, con raíces activas, igualmente la planta está estresada. Con el paso del tiempo, esta situación solo se va a ir agravando”, manifiesta. 

El estrés oxidativo, por su parte, ocurre cuando la producción de especies reactivas de oxígeno (ROS) o de nitrógeno (NOS) -al interior de las plantas- supera la concentración de antioxidantes en la misma planta. Es decir, si la producción de radicales libres supera la capacidad antioxidante se origina estrés oxidativo y daño celular. 

“Bajo estrés oxidativo la planta cierra estomas, disminuye la fotosíntesis, disminuye la absorción de calcio y magnesio, comienza la producir radicales libres y a generar sus propios antioxidantes al tiempo que se inhibe su crecimiento. Estos antioxidantes pueden ser de origen enzimático, como peroxidasa o óxido dismutasa, o pueden ser de origen no enzimático, como glutatión y ascorbato”. Finalmente, los cultivos se enferman más porque el metabolismo secundario, su sistema inmunológico, decae porque la planta necesita producir metabolitos secundarios para protegerse. “Necesita carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno para generar terpenoides, ter penos y alcaloides, para defenderse, pero si no tiene para alimentarse, menos tendrá para defenderse”, indica Prometeo.

La inscripción a EnBio 2026 ya está abierta en www.enbio.ar


FUENTE: Red agrícola

Biologicals Latam

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