Bioclimatología animal para minimizar el impacto de las variables ambientales
Martin Padín es Ingeniero Zootecnista, MAT 00183 13 10, Docente e investigador de la Facultad de ciencias agraria de la universidad nacional de Lomas de Zamora en Buenos Aires. Presente en Expoagro 2023 Padín se refirió a la relación clima / producción / bienestar animal. Este verano se caracteriza por los colores muy altos. “Lo mejor que puedo decir es que en los campos que están sufriendo el estrés por calor es clave conocer bien el lugar donde estamos, ya sea en el relieve de la superficie, si tenemos o no tenemos árboles hasta conocer viendo la parte climática. La producción lechera tiene más defensas contra el calor pero cuando uno hablamos de cría a campo, por ejemplo de engorde en campo libre, solo nos queda conocer la zona en cuanto a características meteorológicas, que temperaturas hace, cuáles fueron máximas registradas y las tendencias climáticas. Esta información es clave para tratar de dotar al campo de umbráculos que pueden ser árboles, techos artificiales para darle sombra a los animales, o incluso algún espacio de bañado. Me pasó en un campo en Corrientes que tiene bosque de eucaliptus en pleno Estero del Iberá, donde se instaló una laguna. Y le pregunté al dueño del campo ¿qué eligen más los animales sombra o agua? Y la respuesta es que eligen más meterse en el agua. Esto es un sensor biológico, el animal busca el fresco” sostiene.
“En el manejo de la animales hay mucho para mejorar. Uno busca hacer lo mejor con lo que tiene y a veces por desconocimiento no se manejan bien algunas variables, o no se maximiza la eficiencia. Hay que partir de que no todo es genética, muchas veces en el noroeste argentino se trabaja cruzando razas tradicionales con razas índicas para darle esa resistencia al estrés calórico, pero también esa cruza demanda más alimento porque se logra animales de mayor porte que tienen más requerimiento para mantenerse. La clave es lograr un equilibrio. Con años de buenas lluvia el productor se acostumbra a un determinado funcionamiento pero en los años de sequía ese manejo puede complicarse, cuando cambian las condiciones cuesta adaptar todo el sistema. Muchas veces es mejor un menor nivel de producción más constante y estable a tener un nivel de producción más sensible a las variables ambientales” explica.
Empatía por el bienestar animal:
Con respecto al cambio de mentalidad en el manejo de los animales Martin Padín sostiene que este cambio viene de la mano de las nuevas generaciones. “Hoy los estudiantes en la facultad vienen con mucha empatía por los animales y conscientes de que el bienestar animal es necesario. Que uno lo produzca para alimentar a la sociedad no quiere decir que lo tenga que maltratar. Las nuevas generaciones vienen con la técnica del celular, de las aplicaciones y ya salen de la escuela con una mentalidad diferente. Por eso hoy la enseñanza gira en torno a cómo entender las herramientas. Luego, si les interesa en la relación del aspecto climático con el bienestar animal que se acercan y se interioricen. Estamos apuntando a una formación que no los frene, que no los limite y que según su elección profesional posterior puedan integrar conocimientos con tecnología con cuidado del ambiente” concluye.
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