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Actualidad JUNIO - 2025

Contexto internacional donde los proveedores de alimentos serán revalorizados

Contexto internacional donde los proveedores de alimentos serán revalorizados

Qué pueden hacer países como la Argentina en un mundo “fragmentado” y con un sistema de comercio internacional “destruido” por las políticas del gobierno de Donald Trump, fue tema de debate en el panel “El contexto internacional y el comercio agroalimentario” del Congreso Maizar 2025.

Martín Piñeiro, miembro del Consejo Argentino de Relaciones Internacionales (CARI) y del Grupo de Productores del Sur (GPS), dijo que empieza a emerger un mundo de “alianzas y afinidades políticas”, en el que se necesita una “estrategia inteligente, reflexiva y muy informada de lo que pasa y puede pasar en el futuro y cómo se posiciona la Argentina”. 

Guillermo Valles, exvicecanciller uruguayo y exembajador de su país en China, la Unión Europea y Brasil, reconoció su estupor por los cambios recientes. “No vi ningún momento así”, comentó. En unos 30 años, observó, habrá que explicar lo que sucedió el 2 de abril de 2025, el día que Trump llamó “liberation day” y en el que anunció los “aranceles recíprocos que Estados Unidos aplicaría al resto de los países del mundo, política que luego tuvo vaivenes y tiene un horizonte próximo”: cuando venza el plazo de 90 días en la tregua comercial que Estados Unidos acordó con China y se anuncien los “aranceles recíprocos” que está negociando de modo bilateral con otros países. 

Valles marcó que el sector agroalimentario está habituado a las incertidumbre políticas, climáticas e incluso del comercio internacional, en contraste con la industria, acostumbrada a aranceles muy bajos. Cómo hará Apple, planteó, para reconfigurar su cadena de hasta 300 proveedores para fabricar el Iphone. En cambio, señaló, en materias primas hay países exportadores netos y otros importadores netos. “Estamos en un nivel tan alto de incertidumbre que aún los productores más competitivos no tienen certezas”, afirmó. Incluso, cuantificó ese fenómeno citando que el índice de incertidumbre que publica la Reserva Federal (Banco Central) de Estados Unidos, de 1985 a la fecha promediaba 193 puntos, pero tras los anuncios iniciales de Trump llegó a 8.000 puntos.

La incertidumbre, señaló, no se limita a cuáles serán los aranceles que aplicará en definitiva Estados Unidos, sino también los que apliquen otros países, por acción o reacción. Va haber incertidumbre por un tiempo prolongado, dijo Valles, porque se dañaron tres cosas: 1) el rol del comercio internacional en la prosperidad y el crecimiento; 2) el peso que las medidas arancelarias vuelven a tener en la industria, volviendo el mundo 60 años atrás, y 3) el sistema de comercio internacional, corporizado en la OMC, cuyas normas buscaban contener los “arrebatos” de los países. 

Pero se pueden hacer cosas, dijo Valles, y citó que muchos países con peso en las exportaciones mundiales están buscando rescatar el sistema de arbitrajes y órganos de apelación para salvaguardar el sistema de resolución de diferencias entre países y “defender el comercio internacional”. 

Marisa Bircher, de BiGlobal, hizo foco en el cambio de ritmo. El escenario internacional, enfatizó, desafía a los países a negociar a otra velocidad en respuesta al método de Estados Unidos de patear el tablero, plantear objetivos de máxima y, mediante negociaciones bilaterales, salirse con la suya. Además, cuestionó la falta de rigurosidad del sistema internacional. Ante la falta de cumplimiento, se preguntó, ¿dónde está el castigo?

De hecho, todos los países están aceptando el enfoque bilateral. Además, distinguió, hay una mirada personalista: “Hoy la negociación es con Trump, no con Estados Unidos”. En ese esquema de negociación, que calificó de “sorprendente” y que podría tener “un altísimo costo”, Bircher rescató que la Argentina y muchos otros países no se están cerrando. Luego de la pandemia, los gobiernos repensaron la dependencia de otros mercados. En cambio, el gobierno de Estados Unidos está planteando “un esquema comercial para ellos”

Si bien la Argentina es hoy un socio político y tiene un “lazo ideológico muy fuerte” con Estados Unidos, dijo, no sería conveniente tener una mirada “tan polarizada; necesitamos un diálogo más diversificado. Los valores primarios no están en discusión”.

Consultado sobre si posibles “desvíos de comercio” en el nuevo escenario podrían encontrar “líneas rojas” o limitaciones de tipo geopolítico (por caso, de los alimentos que China deje de comprar a EEUU los busque en Sudamérica), Valles recordó que ya en 2017/18, durante el primer gobierno de Trump, Washington y Beijing habían negociado una mayor compra china de productos agrícolas de Estados Unidos. Ahora, señaló, puede ocurrir que China busque colocar manufacturas que ya no venda a Estados Unidos en otros países, que a su vez adoptarán medidas antidumping, lo que generará “escenarios muy complejos”. 

Lo que está ocurriendo, señaló nuevamente, en referencia a las medidas de Trump, “es histórico, aberrante y contrario al sentido común”, y ocurre en un mundo en que se aceleró la revolución tecnológica y su impacto, al igual que el cambio climático y sus cada vez más frecuentes eventos catastróficos, y hay una desaceleración del crecimiento poblacional, lo que llevará a un envejecimiento y una cada vez mayor urbanización que revalorizará a los países productores y proveedores de alimentos. 

¿Qué sucederá en ese escenario con el campo en general y con el maíz en particular?

No se puede analizar aisladamente, sino teniendo en cuenta competidores como Estados Unidos y Brasil, que tiene proyecciones muy fuertes, respondió Bircher, e instó a tener una “actitud de solo mirar” y apuntar a una agenda más activa de competitividad. También advirtió sobre la importancia que tendrá la relación del sector privado con el Estado. “El Gobierno dice que el sector privado sabe qué hacer, pero se necesita discutir, generar nuevas herramientas, tener agenda proactiva, de demanda, de que el gobierno intervenga para un mayor diálogo internacional”, dijo la ejecutiva de BiGlobal.

La también exfuncionaria del gobierno de Mauricio Macri elogió que la administración de Javier Milei esté abriendo el mercado, haya bajado más de 1.000 aranceles y permitido al sector exportador acceso a mayor tecnología e innovación, en especial por acceso a bienes de capital. Sin embargo, insistió, “necesitamos mucho más del Gobierno; nunca tuvimos tanta rigurosidad y vehemencia en la política económica, pero a veces la urgencia no va de la mano de la necesidad”. 

Valles fue muy preciso sobre lo que se necesita hacer ante el nuevo escenario, y lo resumió en cuatro puntos: 1) seguir con la agenda de competitividad, en especial en materia logística y de acceso a insumos, sobre todo importados; 2) firmar el acuerdo Mercosur- Unión Europea, y estar dispuesto, de ser necesario, a salir del Mercosur; 3) firmar los acuerdos ya negociados con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA, según su sigla en inglés, que integran Islandia Liechtenstein, Noruega y Suiza) y con Emiratos Árabes Unidos; 4) dialogar con los países del Área Transpacífico; y 5) negociar con Estados Unidos, pero dejando en claro no estar dispuestos a resignar un sistema de comercio internacional basado en normas

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